viernes, 21 de abril de 2017

¿POR QUÉ VIAJAN LOS QUE VIAJAN?



Aeropuertos cada vez más nuevos, más grandes, más cercanos unos de otros. Estas colmenas se configuran como redes neuronales entre ciudades y creando laberintos sin minotauros en su interior. El caos dentro se refleja en masas que corren de aquí para allá para evitar las peores de las tragedias que es perder un vuelo. El universo creado dentro ofrece una experiencia surrealista en la cual los perfumes exquisitos bañan de belleza humana a los pasajeros, y algo tan irritante como los impuestos no tiene lugar dentro de estos pedazos repartidos del edén.


El pasaje al cielo comienza con la compra por internet, que cada vez ofrece más y más opciones, estrellando algunos precios por el suelo. Cada vez más jóvenes sin permiso se aventuran solos por el mundo con el propósito de experimentar lo diferente. Cada vez más hoteles, hostales, resorts, hosterías boutique, bungalows, guesthouses y todo tipo de hospedaje diversificado emergen. Con Google Maps, Maps.Me, Uber, Cabify, se llega a todos lados. Todo está más cerca, todo es más fácil. Incluso conocer alguien en la butaca de al lado en el avión puede ser un poco creepy; mejor usar Meetapp o Tinder. Mejor no arriesgarse, ni siquiera con la comida; mejor googlear ‘los mejores restaurantes de la zona’ o ‘los más baratos’.


Todas las facilidades tecnológicas para viajar hoy en día hacen que el auge del turismo se mantenga en más y más crecimiento, sin saber hasta dónde llegará. Pero la cuestión es, ¿Esto responde a un movimiento social o es al revés? Tal vez a este nivel avanzado es más fácil responder qué fue primero, si el huevo o la gallina. Lo que se puede afirmar es que es un fenómeno que se refuerza recíprocamente. Mientras cada vez es más accesible viajar, más gente quiere salir de sus fronteras, por ende cada vez más opciones emergen que lo hacen más y más accesible.


Sin embargo, algunas cosas se vuelven más y más baratas y su consumo no aumenta ¿Qué está alimentando hoy la demanda de experiencias fuera del país? ¿Qué es lo que lo hace más atractivo? Al ver que los jóvenes millennials ya no se conforman con 15 días de vacaciones en la playa, sino que quieren estudiar de intercambio, quieren trabajar en una granja en Europa, o renunciar y viajar para meditar en Indonesia. Quieren irse por más tiempo, sumergirse en la cultura local, desafiarse y probar todo lo nuevo. La clave está en lo que ellos definen como ‘diferente’. No quieren lo mismo que ya tienen en sus hogares, quieren ver otro mundo, y verse a sí mismos desde éste. Desde una nueva perspectiva juzgar sus vidas y poder cambiarlas. Quieren viajar no para descubrir, sino que descubrirse.


Verás, cuando estás fuera de tu zona de confort, ya no cuentas con la misma persona que se encarga de resolverte algún aspecto de tu vida, ya no tienes el respaldo emocional de tu familia, la rutina, ¿qué rutina? ya no existe. No hay una estructura social en la cual se encaja como antes. Uno ya no es ‘el responsable’, ‘el líder’, ‘el conocido’ o ‘el que nadie quiere’. Salir a un lugar nuevo es un disparo al ego, y eso permite arrancar en blanco, arrancar de cero, reinventarse y sobre todo descubrirse. En lo nuevo y lo desconocido, el viajero se aferra a su instinto, se vuelve primitivo en sus valores y también los desafía. Vence obstáculos él solo, y se da cuenta de que es mejor persona de lo que creía, que es más capaz de lo que conocía. Bajo el efecto eufórico de descubrir estos nuevos continentes dentro de sí mismo, el viajero quiere ir por más, desafiarse y descubrir más cosas, ahora tiene la libertad y fuerza espiritual de diseñar la persona que siempre soñó ser y por alguna razón de sus inconscientes no se dejaba salir a florecer.

El que viaja sueña también con volver algún día, nunca siendo el mismo. Ya vió el mundo, ya se vió a sí mismo desde ojos diferentes, ya conoce la verdad. Ya sabe que la verdad es sólo una verdad y que cambia y varía como el clima. El viajero escapa de un sistema, y fuera de éste encuentra la libertad de poder hacer las paces con sí mismo. Ser un escapista es el paso previo al encuentro con sí mismo.

Si quieres conocer la historia inspirada en estos conocimientos, entra a losescapistas.org o en Amazon a http://amzn.to/2oPi3wG

jueves, 20 de abril de 2017

¿CÓMO EMPIEZA LA REVOLUCIÓN DEL GRITO VERDE?



Tras haber trabajado en una organización de viajes de intercambio de trabajo para jóvenes de entre 20 y 30 años, haber realizado una tesis de publicidad sobre los anhelos de jóvenes para viajar, realizar 3 intercambios en países diferentes y trabajos que fueron reconocidos en Países Bajos y Australia, observé como patrón en común, como motivador para todos estos jóvenes, que el viajar es un escape. Mi nombre es Matías Grau, y también he sido un Escapista.

La mayoría de estos jóvenes con los que trabajé y para los que promocioné los intercambios (en la ONG AIESEC) se querían probar qué tan lejos pueden llegar, quiénes pueden ser, qué tanto pueden lograr en otros lados, donde nadie les dijera inconscientemente quiénes son. Descubrí que el viajar no es sólo para descubrir, sino que para descubrirse. Donde las estructuras sociales son diferentes y desconocidas, donde no hay amigos de la infancia ni familiares, donde todo funciona diferente, no hay espejos donde los jóvenes puedan reflejarse de la misma forma en la que lo han venido haciendo. Estos jóvenes en sus viajes enfrentan nuevos obstáculos de formas nuevas que le permiten construir una nueva imagen de ellos mismos. Viajan para escapar y escapan para encontrarse.


En uno de mis viajes, realicé un voluntariado en una ONG ambientalista en el norte de Brasil. En los trabajos de reforestación vi un alto interés por el planeta y una baja ejecución por un principal factor limitante: falta de conocimiento al respecto. Desde ese entonces comencé a investigar cómo podría ayudar al planeta con alguna tarea concreta. Luego me mudé a Colombia donde trabajé para la cervecera más grande del mundo como especialista en inteligencia social observando el comportamiento social de los jóvenes en las redes sociales y en situaciones sociales, como fiestas. Si bien me alejé del trabajo ecologista, aprendí sobre los anhelos de los jóvenes a través de insights de marketing que tenía que desarrollar. Luego de un tiempo, volví a intentar acercarme al mundo de la ecología trabajando con el dueño de una recicladora en un proyecto que nunca se llevó a cabo.



un surfista, longboarder, viajero, mochilero de roadtrips en brasil

























Cansado del trabajo de oficina, decidí renunciar y viajar a Asia para aprender a meditar desde las enseñanzas del budismo. Fue un viaje de descubrimiento personal enorme, y la interacción prolongada por 5 meses con viajeros de todo el mundo me hizo comprender aún más sus anhelos de viaje y su compromiso creciente por el planeta. Antes de volver, realicé un entrenamiento de negocios en Tailandia con una recicladora para poder iniciar mi proyecto personal. Dada la relación de la ecología con la obra, el objetivo de la misma es financiar dicho emprendimiento.

Bienvenido a esta revolución verde. Sé parte del cambio.

Hoy la obra se encuentra publicada en Amazon como 'Los Escapistas:De Lo único que no Puedes Escapar Es de Vos Mismo'.

Puedes leerla gratis en losescapistas.org y si quieres colaborar con algún tipo de idea o iniciativa ecológica, éste es el lugar. Adelante!